Verónica Serrada
En otra vida fui griega
Barajé Hydra como destino. Refugio de mi adorado Leonard Cohen. Avatares del capricho que fui a poner los pies en Mykonos, bautizada como “la...
Érase una vez... la guerra
El pasado 1 de junio, al regresar de una actividad tan edificante como un partido de baloncesto, mi hijo demandó acercarse a la “exposición”...
Mamá mercromina
Mi madre.
Mi madre no canturreaba. Era una madre castellana, llana, llana.
Mi madre sin embargo, te sostenía con su sola presencia, todo un baluarte en...
Se acabó
Amo a los hombres. Amo a las mujeres. He amado a algunos hombres y a algunas mujeres. No guardo rencor a ninguna de mis...
Enrojando mi alma
La providencia me ha regalado una ocupación alimenticia diaria maravillosa.
Soy trabajadora social en un servicio de teleasistencia.
Este empleo obliga a dos cosas: un trabajo...
Somos de barrio
“Somos de barrio” declaraba la canción de un grupo noventero de mi barrio, Imperativo Legal, donde tocaba Jesús Tabarés -mítico amigo- y la panda de chavales...
Nos robaron el pan y la sal
“No hay historia muda, por mucho que la quemen, por mucho que la rompan, por mucho que la mientan, la historia humana se niega...
Si Cervantes levantase la cabeza
Ayer mi adorable sobrina Lucía me envío el siguiente whatsapp: “mmbnn!!!”
No, no se trata de que hable valyrio ni de que esté aprendiendo ruso.
Era...
El no de las niñas
Ayer me desperté muy sobresaltada.
En medio de una de esas historietas oníricas malignas que de cuando en cuando se escriben en la noche.
De manera...
Oda a la madre imperfecta
Hay madres y madres.
Hay madres y otras madres.
Hay madres alérgicas al talco de bebé.
Hay madres que no quieren cocinar pensamientos mientras preparan la cena.
Hay...