Traigo una relación de cómics que he leído durante el verano (y parte de la primavera) y que me han interesado/gustado. La mayoría están en la Biblioteca Pública, gestionada por el Pp y ahora con sux socio’s de la Junta de Castilla y León.
Considero al cómic un territorio de la imaginación, que puede provocar inesperadas creaciones en autores/as y reacciones sorprendentes en lectoras/es. Aún.
-Pulse enter para entrar, de Ana Galvañ (ci-fi tan extraña como las cosas que se le ocurren al siguiente autor)
-Vidas paralelas, de Olivier Schrauwen (tiene otros títulos, este es con el que más he conectado)
-Epiléptico. El ascenso del gran mal, de David B. (y cualquier cómic suyo)
-Los caballeros de la Orden de Toledo, de Javierre y Juanfran Cabrera (aventuras de Lorca, Buñuel, Dalí –e invitados- en formato clásico de cómic ‘juvenil’ sin caer en lo banal-vulgar)
-Mi vida en barco, de Tadao Tsuge (no tan desesperado como su hermano)
-Nejishiki, de Yoshiharu Tsuge
-Miss Hokusai, de Hinako Sugiura (yo diría que es una Comedia, así con mayúscula)
-Kanikosen, de Go Fujio (así mataba el capitalismo salvaje también en Japón)
-Esclavos del trabajo, de Daria Bogdanska (tal que así ahora en Suecia salvajea el capitalismo)
-Sabrina y Beverly, de Nick Drnaso (refleja el estado de la imaginación en la clase media: no hay, ha sido sustituida por el aburrimiento y el victimismo)
-Renacida, de Mark Millar con dibujos de Greg Capullo (Millar siempre es recomendable en el campo de la acción –y la fantasía-)
-Nuevas visiones sobre el cómic. Una visión interdisciplinar, de varios/as autoras/es (se piensa analiza investiga en este mundo también, y suele sorprender a propios y extraños)
-Ken Parker, de Berardi y Milazzo (al fin se está editando todo de un western a la altura de las mejores pelis del género, y con personalidad propia)
-La mentira y cómo la contamos, de Tommi Parrish (de esas novedades que te muestran que sí se puede hacer algo aún, artísticamente hablando)
-Philemon, de Fred (eso que decía de la imaginación al principio, en toda su grandeza)
También hay relecturas –historia de la imaginación-, en este caso: Buda, de Osama Tezuka; Top Ten, de otro al que siempre acudo: Alan Moore; y este verano ‘Asa, el ejecutor’, de Kazuo Koike-Goseki Kojima (para el invierno ‘El lobo solitario y su cachorro’…).
Sí, libros, también se cuelan. Como ‘Crónicas de Urano’, de Paul B. Preciado, filósofo activista con propuestas acciones para el futuro, donde otros cuerpos y políticas son posibles, todo lo contrario que proponen las especulaciones del G-7 (o a un nivel de illuminati de andar por España, las de Psoedro Sánchez).
Hace un par de días envié una nueva entrada a este blog, y al verlo en últimocero me llevo la sorpresa de leer al final del texto la frase, “Carmen Calvo no es feminista”. Una frase sin relación con el contenido del texto.
Y quisiera explicar por qué apareció ahí y por qué he pedido a últimocero que la quite.
Mientras pensaba sobre qué escribir en el blog, escuché a la vicepresidenta hablar sobre el Open Arms y la legalidad de sus actuaciones rescatando refugiados. Apunté esa frase en el texto para que no se me olvidara con vistas a un posible desarrollo del tema.
Luego pasó que me decidí por los cómics, lo que veis esta entrada. Pero la calviniana frase quedó perdida en los confines del texto y olvidada por mí hasta que apareció, poniendo un final no deseado sobre lo que había contado. Y esta es la causa de esta explicación.
¿Sigo pensando que CC no es feminista? Ese será un posible tema a tratar, o no.
Gracias por vuestra atención.
Benito