
La cuenta atrás de la demolición del emblemático excolegio público San Juan de la Cruz del barrio de La Rondilla comenzó a las 7 de la mañana. Minutos antes de la hora acordada en la asamblea celebrada el sábado ya había cuatro personas junto al edificio que el PP (Tesorería General de la Seguridad Social) pretende derribar para levantar unas oficinas. Poco a poco el número de vecinos iría incrementándose hasta superar el medio centenar, que dos horas más tarde decidieron abandonar el recinto, con el único sobresalto de la presencia de la policía nacional.
06.55h. Cuatro mujeres, entre ellas la presidenta de la Asociación Vecinal, Carmen Quintero, con una bolsa con un termo de café y una caja de pastas, aguardan junto al San Juan de la Cruz.
07.00h. Llegan más vecinos y se procede 'a desalmbrar' la valla que rodea el edificio para permitir el acceso al recinto. La temperatura fresca de la mañana ocupa más espacio en las conversaciones que el motivo por el que se está allí. Además, nadie tiene información certera de si es el día del comienzo del derribo.
07.17h. Pasa un vehículo de la Policía Local.
07.50h. Ahora el que pasa es un coche de la Policía Nacional.
08.15h. Hacen acto de presencia dos furgones policiales, que estacionan en el espacio reservado para el autobús urbano. Los dos primeros agentes dan los buenos días a los vecinos. A continuación descienden los demás agentes, alguno de ellos con chaleco antibalas. Inspeccionan todo el perímetro del edificio y a la vez que cuentan el número de concentrados, dos de ellos se plantan justo en el lugar donde se ha quitado el precinto de enganche de las verjas que están decoradas con la reivindicación del edificio para el barrio.
08.25h. La policía impide el acceso a algunos vecinos al interior del vallado. Son los únicos instantes en los que se genera cierta intranquilidad. Se activan los móviles. Además a escasos metros, se divisa cierto movimiento, que resultó ser una falsa alarma, ya que se trata de máquinaría y operarios que van a levantar el firme de la calle en la esquina opuesta, en la más próxima a la antigua Residencia. Alguien recuerda que el concejal de Urbanismo, Manuel Saravia, había prometido el sábado que acudiría a la concentración y de momento no ha hecho acto de presencia (ni la hizo).
08.35h. Los agentes -tras hablar con sus superiores através de los 'pinganillos'- regresan a los vehículos, y los dos furgones se marchan y el autobús puede aparcar en su sitio. El tráfico rodado vuelve a la normalidad.
09.00h. Los concentrados evalúan lo sucedido y deciden abandonar 'la defensa' del San Juan de la Cruz con el convencimiento de que hoy no actuarán las máquinas. Se renueva el compromiso de no bajar la guardia y se acuerdan turnos para los próximos días.