
Nuestros cuerpos se mueven y son movidos, es su manera de comunicarse. A veces el cuerpo está inhibido por los modos fijados en la cotidianidad, olvidando todas sus capacidades expresivas.
Que se mueva todo lo que se mueve.
Que aparezcan todas las direcciones, todas las
voluntades, todas las simultaneidades posibles.
Que cada mínima parte sea a la vez autónoma para
moverse y receptiva para dejarse mover.
Que aparezcan en el movimiento todos los cuerpos
de un cuerpo.
Lucas Condró y Pablo Mesiez