
El ex presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero ha hecho hoy un llamamiento a los jóvenes del PSOE para que cojan el testigo y la bandera de la memoria histórica en el acto en el que ha recibido el Premio Benedicta Rodríguez Álvarez al compromiso institucional por la recuperación de la Memoria Histórica.
Zapatero, que ha reconocido que la Ley de Memoria Histórica “fue difícil de aprobar” y es “posiblemente incompleta”, ha anunciado que “se va a reforzar” y ha pedido que no se reproche a la generación que le precedió de haber “tenido le memoria en el olvido”.
Según el ex presidente del Gobierno, el levantamiento de fosas “afianza las raíces de la democracia y la dignidad que un país debe procurar a sus ciudadanos” y, además, “aunque pueda haber llegado tarde”, está “llenando un gran vacío”.
Zapatero, que se refirió a la transición como “el pacto virtuoso de nuestra democracia”, llegó incluso a apuntar que “la reivindicación de la memoria es ya cauce de caudal compartido” en la sociedad española, justo antes de felicitar al Ayuntamiento de Valladolid por haber dado cumplimiento a la Ley de Memoria con la retirada de calles franquistas “con consenso”. No hizo referencia a la laureada franquista que su partido ha consentido que siga en el escudo de la ciudad y acabó su intervención indicando que “en democracia no cabe el odio”.
Antes que el ex presidente había intervenido el alcalde, Óscar Puente, que tras recordar sus antecedentes como familiar de represaliados, puso en valor las excavaciones que se están practicando en el cementerio de El Carmen y la inminente construcción de un monumento en memoria de los represaliados, la demolición del monumento a Onésimo Redondo en el cerro de San Cristóbal o “la retirada de todas las calles franquistas”.
“Es verdad que hemos mantenido la laureada, pero el problema no está en el símbolo, sino en la concesión. Desde el consenso, sin controversia se ha rechazado el decreto que la concedió”, ha indicado el alcalde convencido de que estos pasos “no son incompatibles con la reconciliación” porque “esa parte de la historia no le corresponde a nadie”.
Camino Oreas Vicesecretaria General de Relaciones Institucionales, Memoria y Justicia de JSE-CyL, fue la encargada de introducir el homenaje poniendo en valor que los premios llevan nombre de mujer porque “sufren discriminación hasta en el olvido”.
En la categoría de “Compromiso joven con la memoria” el reconocimiento fue para Beatriz García, joven investigadora de la represión franquista sobre las mujeres y en la categoría de “toda una vida contra el olvido”, los premios fueron recogidos por Rosa Quintanilla y Julia Merino. Esta última, que recordó los “amaneceres de la muerte”, confesó no haber cumplido sus objetivos tras décadas de lucha: “A mí la vida se me acaba y solo sueño con que antes de morirme, algún gobierno, saque de las cunetas y rinda homenaje a todas las víctimas. Solo entonces mereceré el homenaje”, dijo.
La secretaria de Juventudes Socialistas en Castilla y León, Andrea Carrascal, se pronunció en la misma línea. Aseguró que la que se libra es “una lucha contra el tiempo que borra el olvido”, que “ya es hora de llamar a las cosas por su nombre y hablar de golpe de estado, dictadura, barbarie criminal, ruin y miserable”. “No hay nada más digno que defender ideales de libertad y democracia”, dijo antes de pedir el traslado “del miserable asesino fuera del Valle de los Caídos” y sentenciar: “La vergüenza seguirá hasta que se abran todas las fosas, la única manera de cicatrizar las heridas”