Concentrados ante el colegio el día de hoy martes. FOTO: Pepe Lobato
Concentrados ante el colegio el día de hoy martes. FOTO: Pepe Lobato

Sin novedad. Así transcurrió la segunda jornada laboral desde que comenzara la pasada semana la cuenta atrás con el vallado por parte de la propiedad (la Seguridad social) del antiguo colegio San Juan de la Cruz; operación previa al anunciado derribo.

Vecinos de Rondilla han vuelto a concentrarse en el interior del recinto acotado para mostrar su rechazo a la demolición, gestada por el anterior exalcalde, León de la Riva, que siempre vio al colectivo vecinal como su enemigo, posición que transmitió a su amigo Tomás Burgos, diputado electo por Valladolid y secretario de Estado  de la Seguridad Social en funciones del Gobierno de Rajoy.

7.45h. La convocatoria se pospuso 45 minutos respecto al día anterior. A esa hora una treintena de personas traspasa el vallado y toma posiciones ante la fachada principal del colegio que el Ayuntamiento ha dejado que se convierta en ruina para desesperación vecinal. El número de concentrados aumenta según pasan los minutos hasta llegar a la cifra del día anterior; algo más de medio centenar.

Las únicas novedades de la nueva jornada de guardia son: una pancarta desplegada en la balconada, bajo el escudo franquista del viejo centro: 'Rondilla resiste. ¡No al derribo!'; un indigente que acompañado de su perro duerme bajo la arcada principal, y la no presencia policial.

8.45h. La presidenta de la Asociación de Vecinos de Rondilla, Carmen Quintero, informa a los presentes de las gestiones que en las últimas horas ha realizado el concejal de Urbanismo, Infraestructuras y Vivienda, Manuel Saravia, encaminadas a paralizar el derribo: contactos con el presidente provincial del PP, con el presidente de la Diputación y con la delegada de la Seguridad Social.

"Saravia trata de convencer a Burgos que cambie de idea, algo difícil de conseguir porque Burgos es duro", dice Quintero.

La presidenta comenta que es posible que los trabajos de demolición no comiencen hasta el próximo mes de septiembre, por lo que traslada la decisión de continuar con las concentraciones o suspenderlas momentáneamente. Se decide continuar y se emplaza para mañana miércoles a la misma hora: 7.45 horas.

"Hoy, dada la hora que es, las máquinas no van a venir", dice la presidenta de la Asociación de Vecinos Rondilla.

Las únicas máquinas que se divisan son las mismas que las del día anterior iniciaron el asfaltado en la esquina de las calles Cardenal Torquemada y Rondilla de Santa Teresa, y que no quitan el sueño al indigente -joven conocido del barrio-, que se da media vuelta y continúa durmiendo.

Respuesta de Saravia a Burgos

El concejal de Urbanismo, Infraestructuras y Vivienda, Manuel Saravia, ha hecho pública una carta dirigida al secretario de Estado de la Seguridad Social, Tomás Burgos. El contenido de la misiva es:

"Sr. Burgos:

Finalmente responde, si bien no aclara, en mi opinión, lo fundamental.

 No voy a entrar en algunas informaciones incorrectas de la carta (del tipo de “el preceptivo expediente de ruina económica”: ¿dónde está ese precepto? Sencillamente no existe. Se instó la ruina para poder demolerlo sin tener que presentar el proyecto del nuevo edificio). Solo me quedaré en tres cosas: 1ª) ¿Por qué dijo que se podría conservar e “integrar parte del edificio” en la nueva obra y ahora ha instado la demolición completa antes de plantear el concurso de ideas? ¿Por qué lo dijo? ¿Tal vez porque era periodo electoral? 2ª) ¿Por qué dijo la Ministra Báñez que se negociaría este asunto, y no han dado un solo paso en tal sentido, ni uno solo? ¿Porque era periodo electoral? 3ª) ¿Por qué no quiere debatir públicamente con los vecinos o conmigo, y explicar que en ésa, y solo en esa parcela puede ir la TGSS? ¿Por qué tanto rechazo a debatir públicamente y contrastar argumentos?".

El concejal se despide con un "cordialmente".

Para Podemos el Ayuntamiento no hace todo lo que debía

El diputado electo de UnidosPodemos Juan Manuel del Olmo ha elaborado un escrito sobre el 'caso San Juan de la Cruz' en el que, entre otras consideraciones, afirma que a su juicio el Ayuntamiento no está haciendo "lo suficiente". El texto es el siguiente:

"La Asociación de Vecinos de La Rondilla está llevando a cabo una denuncia pública. Los vecinos del barrio llevan años solicitando al Ayuntamiento de Valladolid la gestión del Colegio de San Juan de la Cruz para fines dotacionales y/o culturales en el propio entorno.

Cuando el edificio de titularidad municipal pasó a ser propiedad de la Tesorería de la Seguridad Social, se complicó la posibilidad de llevar a cabo el proyecto de autogestión. Los trámites llevados a cabo desde el Ayuntamiento de Valladolid en la nueva legislatura no han paralizado su proceso de derribo. De hecho, el pasado viernes 29 de julio, los vecinos del barrio amanecían con la noticia del inminente derribo del San Juan de la Cruz. La respuesta no se ha hecho esperar. Durante el fin de semana se han sucedido las manifestaciones y concentraciones en el patio del citado Colegio para protestar por una decisión tomada “con nocturnidad y alevosía” según palabras de la Asociación Vecinal de La Rondilla.

El lunes 1 de agosto en el que estaba previsto el comienzo del derribo, los obreros que iban a acometer la tarea se han encontrado el edificio repleto de vecinos de Valladolid que han logrado impedir temporalmente que comiencen las obras. De igual manera ha sucedido hoy, 2 de agosto.

Y seguirá sucediendo mientras desde la Concejalía de Urbanismo intentan hacer lo posible para paralizar el derribo. Sin embargo, la actuación municipal parece insuficiente.

Hemos contactado con la Asociación de Vecinos de La Rondilla con el fin de intentar buscar una solución y unirnos para ser altavoz y ayudar con la denuncia de una situación indignante que obvia las reclamaciones populares de los vecinos del barrio y de la ciudad.

Los gobernantes deben hacer una ciudad para mejorar la vida de las personas y atender a sus demandas, no para otros intereses. Hay que gobernar escuchando a la gente. Las decisiones las tiene que tomar la gente que después sufre las consecuencias de las políticas.

Esta decisión debe ser reconsiderada, se debe escuchar a los vecinos y parar la orden de derribo inmediatamente hasta que se encuentre una solución de consenso entre los vecinos y los responsables. Como diputado de Valladolid en el Congreso, y confiando en que se atienda a las reivindicaciones de parar el derribo, manifiesto mi voluntad en ese caso que llevaré a cabo una iniciativa en forma de propuesta, que exprese las reivindicaciones de los vecinos de Valladolid sobre el tema en cuestión."

 

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