La ex vicepresidenta de la Junta de Castilla y León, Rosa Valdeón, el día que dimitió de sus cargos. Foto: úC
La ex vicepresidenta de la Junta de Castilla y León, Rosa Valdeón, el día que dimitió de sus cargos. Foto: úC

Una pulguita, dos cervezas… y alprazolam. Esta es la receta exculpatoria del cóctel que, unido a su temeridad ha acabado políticamente con la vicepresidenta de la Junta de Castilla y León, Rosa Valdeón. Tras ser sorprendida por la Guardia Civil conduciendo pese a triplicar la tasa de alcohol permitida, ha presentado su dimisión irrevocable esta tarde al presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera.

La portavoz y número dos del Gobierno regional del PP, médico de profesión, señalada por muchos como sucesora del propio Herrera, ha sido esta tarde protagonista de una esperpéntica estrategia informativa: primero ha comparecido ante los medios de comunicación en rueda de prensa para dar su versión de lo ocurrido, pero sin aclarar si tenía pensado dimitir. Una hora después, llegaba a las redacciones un escueto comunicado oficial: “La vicepresidenta y consejera de Empleo, Rosa Valdeón, se ha reunido esta tarde con el presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, para presentarle formalmente su renuncia, con carácter irrevocable, tras un incidente de tráfico ocurrido en la tarde de este viernes en el que se vio implicada. Esta decisión de la vicepresidenta se basa en su deseo de que este incidente no perjudique el normal funcionamiento del Gobierno de la Comunidad” (SIC).

El ‘incidente’ al que se refiere la nota oficial no es otro que una conducción a gran velocidad, bajo los efectos del alcohol y que estuvo a punto de provocar un accidente con un camión. En la rueda de prensa de esta tarde, Valdeón ha ofrecido su versión. Muy parecida a la adelantada en los medios de comunicación, pero con sustanciales matices de tintes incluso increíbles.

Según adelantó el periódico La Opinión de Zamora, la Guardia Civil retuvo en la tarde noche de ayer viernes a la vicepresidenta de la Junta de Castilla y León, Rosa Valdeón, cuando circulaba a la altura de Morales de Toro. Según fuentes oficiales citadas por el citado periódico, Valdeón se había visto envuelta minutos antes en un incidente en el kilómetro 118 de la A-6 ocurrido en la provincia de Ávila cuando, realizando una maniobra, rozó la rueda delantera de un camión obligando al conductor del mismo a rectificar su trayectoria para evitar volcar. A continuación, según las mismas fuentes, el coche particular de Valdeón habría seguido su camino sin detenerse. Después de lo ocurrido, el conductor del camión presentó denuncia porque un vehículo casi habría colisionado con él en un adelantamiento, de manera que tuvo que frenar, le pitó y dio las luces pero no se detuvo. Así, durante el camino, varios coches de la Guardia Civil habrían seguido la pista al vehículo pero no lo detuvieron debido a la velocidad a la que iba. Según algunas fuentes, circulaba con un exceso de velocidad que podría alcanzar los 170 kilómetros por hora.

Rosa Valdeón bebe un vaso de agua antes de iniciar la rueda de prensa. Foto: úC
Rosa Valdeón bebe un vaso de agua antes de iniciar la rueda de prensa. Foto: úC

Los agentes habían establecido un control en la rotonda de acceso a la localidad de Morales de Toro, lugar donde fue interceptada después de que el propio camionero diera parte de los hechos. Allí, la Guardia Civil le dio el alto a la vicepresidenta, que fue posteriormente retenida al comprobar que superaba la tasa de alcoholemia permitida por la ley. En el control, Valdeón, médico de profesión, dio 0,77 en la primera prueba y 0,72 en la segunda, cuando los máximos permitidos son de 0,25 mg/l en aire espirado y 0,5 g/l en sangre.

En su comparecencia, Valdeón ha calificado lo sucedido como “un error, una imprudencia o algo que tengo que asumir” y ha negado que circulara a más velocidad de la permitida: “Siempre pongo el velocímetro”, ha dicho, visiblemente nerviosa, refiriéndose en realidad al limitador de velocidad.

El relato de la hasta hace unas horas vicepresidenta de la Junta se ha tornado inexplicable cuando, en referencia al impacto con el camión, asegura que no se enteró de nada. “No he sido consciente. Ni he oído ruido no nada. Si llego a ser consciente, hubiera parado, hubiera hecho el parte amistoso de accidente y ya está”, ha relatado indicando que fueron los propios agentes que la interceptaron e hicieron la prueba de alcoholemia que dio positivo los que la enseñaron el rozón y el parachoques trasero desprendido del vehículo que ella conducía.

También ha reconocido que los agentes de la Guardia Civil le “ofrecieron” ir al hospital. “Les dije que no porque me parecía que eso era desconfiar de ellos”, ha dicho.

“Daría cualquier cosa por no tener que estar contando esto. Hoy es un día muy duro. De los peores de mi vida”, aseguró la ya ex vicepresidenta resistiéndose a desvelar si presentaría su dimisión como finalmente ha ocurrido, aunque dejando claro su intención de ser “coherente”. “Suelo ser de camino recto”, dijo la portavoz de la Junta que días atrás fue la primera en el PP en criticar el nombramiento fallido del ex ministro Soria en el Banco Mundial.

En la rueda de prensa, Valdeón aseguró no haber recibido presiones para presentar su dimisión y sí muchos mensajes de apoyo. También llegó a apuntar, sin utilizarlo explicitamente como excusa, “elevado estrés” y “problemas familiares” en su relato para explicar el consumo de ansiolíticos y sus ganas de llegar pronto a casa.

Rosa Valdeón ha sido durante 8 años alcaldesa de Zamora hasta que en 2015, Juan Vicente Herrera la aupó hasta la vicepresidencia de la Junta ( ya había sido consejera con anterioridad) señalándola así como posible sucesora. Valdeón es también miembro del Comité Ejecutivo Nacional del Partido Popular y, desde 2008, vicesecretaria autonómica de Políticas Sectoriales del PP de Castilla y León.

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