Ahí lo tenemos, lo tenemos ahí, con su rata muerta encima de la cabeza su mala educación, sus gestos, su falta de empatía, su soberbia, su machismo, su ignorancia y sus mentiras. Un hombre bronco y estúpido. Señoras y señores, el Presidente de los Estados Unidos. Y ahora ¿qué?

Reconozco que es un simple desahogo reconocer –mayormente porque ya se sabe – que en cualquier democracia globalmente normalizada se maquillan los sistemas electorales que convierten las elecciones una farsa con mayorías fabricadas por el poder financiero y empresarial, una publicidad confeccionada por sus propios medios (que la hacen pasar por información),la manipulación descarada de conductas, la generación de estados mentales favorables (al manipuleo) y una libertad de expresión controlada que te impide cagarte en los muertos de los manipuladores porque no es políticamente correcto y porque, además, te puede caer un pufo.

Así que ¿Qué nos queda?.

Yo diría que la esperanza ha volado por los aires y con la esperanza, el espíritu de lucha de algunos (que no todos) movimientos sociales fagocitado por una política de subvenciones; diría también que los instrumentos de lucha tradicionales (sindicatos sin ir más lejos) están bajo sospecha porque como, por ejemplo las Eléctricas, se han transformado en empresas-trampolines para políticos de medio pelo. Oh yeah! o si vamos a eso, de ningún pelo como este Mr. Trump cuyo gran triunfo, al parecer, ha sido poner boca abajo el sistema de explotación en el que vive la inmensa mayoría de sus conciudadanos para revestirlo de un aura positiva made in USA que no sólo lo justifica sino que lo presenta como socialmente necesario y además patriótico.

Resumiendo, allí y también aquí, nos están dando por el ras y además nos gusta o al menos eso parece, a la vista de los resultados de las elecciones.

Joseph Brodsky presuponía irónicamente que la vida era un juego con muchas reglas pero sin árbitro (sabía cómo se las gastaban los matones) y por eso aconsejaba evitar el cuerpo a cuerpo. Frost, por su parte, decía, que la mejor forma de escapar, era resistir…

Resistir tio Guayo ¿ya te acuerdas? Por cierto ¿cómo va la cosa? Porque resistir aquí, en el mundo real, es difícil muy difícil y hace frio, hace una temperatura glacial.

 

Solo tu puedes impedir que esto se acabe

Compártelo, apoya el proyecto

Facebook
Twitter
ÚltimoCero | Hazte cómplice HAZTE CÓMPLICE

No hay comentarios