
La isla de Hong Kong, uno de los centros financieros mundiales, alberga a unas 200.000 personas residiendo en viviendas denominadas "viviendas subdivididas".
Li Swet-Wen y sus dos hijos viven en una habitación de 36 metros cuadrados por 580 dólares. Cheung Chi-fong, de 80 años, duerme en su pequeño "hogar ataúd" donde no puede estirar las piernas.