
La 48 Asamblea General Ordinaria de socios y socias de la Asociación Vecinal Rondilla se levantó hoy sin la elección de la Junta Directiva para 2017, al explotar la fuerte división existente desde hace un año en el seno de la asociación de vecinos más antigua de Valladolid
“Estoy dispuesta a continuar, pero si se excluye a Manuel Prieto de la propuesta presentada”, vino a decir Carmen Quintero, elegida presidenta hace un año en sustitución del ahora vetado por la histórica dirigente vecinal.
La afirmación de Carmen Quintero fue la espoleta que faltaba para que la tensa asamblea saltara por los aires. La reunión había comenzado pasadas las 11.30 horas, con presencia de la presidenta de la Federación de Asociaciones de Vecinos 'Antonio Machado', María José Larena, y varios ediles. Entre ellos, el socialista Luis Vélez, concejal del barrio; Ana Redondo, por el PSOE; el Grupo Municipal al completo de Valladolid Toma la Palabra – Manuel Saravia, María Sánchez, Rosalba Fonteriz y Alberto Bustos-, este último en su doble condición de edil y socio de la Asociación Vecinal Rondilla, a la que también pertenece el concejal Héctor Gallego, de Sí se Puede.
La presidenta de la Asociación Vecinal, que comenzó pidiendo disculpas por varios errores deslizados en la Memoria presentada y tras aprobarse el acta de la anterior Asamblea General Ordinaria, pasó a enumerar la gestión realizada durante el último año, empezando por el derribo del Edificio del Antiguo Colegio San Juan de la Cruz, que sería el 'leiv motiv' de la legislatura, en palabras de Carmen Quintero.

San Juan de la Cruz
Fue precisamente este asunto del derribo del emblemático Colegio, iniciado el 4 del pasado agosto, el primero en ser planteado una vez abierto el turno de palabras, por Manuel Prieto, expresidente de la Asociación Vecinal hasta febrero de 2016.
“Al menos hay un aspecto positivo. Después de 17 años haciéndose la foto, ya no podrán hacérsela, como no sea en el solar. No han cumplido los compromisos”, dijo Prieto refiriéndose a los partidos y personas que hoy gobiernan el Ayuntamiento de Valladolid.
El expresidente de Rondilla desmontó el argumento de la concesión de la licencia de derribo esgrimido en su día y recogido en la Memoria "porque según los técnicos, no concederla sería un acto ilegal". Prieto enumeró varios casos en los que el Ayuntamiento ha denegado la licencia de derribo y expuso la posibilidad de haber entrado en un contencioso-administrativo.
“Queda en la retina del barrio la imagen del recibimiento dado a Manuel Saravia, con aplausos y besos, cuando se estaba demoliendo el Colegio. En otro momento se hubiese pedido su dimisión. Duros con unos, y blandos con otros”, expresó Prieto, entre los primeros rumores de los presentes y la primera advertencia de Carmen Quintero: “Ceñirse a la Memoria; el resto, para ruegos y preguntas”.
Pero Prieto continuó con otros incumplimientos: la Escuela Infantil -"que en esta legislatura es posible que no se lleve a cabo"- , el Campus de la Justicia -"del que fuimos parte interesada y ya no lo somos"-, el Espacio Joven..
El intento de reconducir el debate por parte de Carmen Quintero, con la expresión de “abrevia, abrevia”, fue infructuoso. "Habéis hablado durante una hora. Si no aguantáis una crítica a la Memoria, me voy", dijo Prieto, quien aseguró que en los 20 años que lleva en la Asociación no se había producido un caso de “manipulación, falsedades, engaños... como el que está sucediendo. Se ha llegado a quitar el micrófono a los vecinos para que no siguieran hablando. Las críticas se han trasladado a los medios de comunicación, últimoCero se hizo eco; el resto nada. Pero la Asociación se ha dedicado a dar besos y aplausos”.
Ángel Ceballos fue el segundo en tomar la palabra haciendo constar que no pertenece a la Junta Directiva y que “se ha sentido muy incómodo ante la actitud blanda con el Ayuntamiento". "Nada que ver con los tiempos pasados. Hoy hay un silencio absoluto sobre las discrepancias con el Ayuntamiento".
“El San Juan de la Cruz se ha derribado porque faltó valor a la actual corporación municipal. Se podía haber paralizado al menos durante dos o tres años. Esto se omite en la Memoria. Se ha pasado de la crítica a la actitud complaciente. Valladolid Toma la Palabra tiene copada la Asociación. No es posible luchar contra esto”, manifestó el histórico dirigente vecinal, que hizo una alusión “al pellizco de la monja”, referido a la condición de Carmen Quintero que no gustó a algunos de los asistentes.

Ceballos criticó que la Asociación no organizase una audiencia pública y se plegara a que el Ayuntamiento montara en noviembre una asamblea, "como los antes tan criticados Concejos Abiertos". También denunció la escasa inversión municipal en el barrio durante los últimos doce meses y concluyó con la otra 'bestia negra': el Espacio Joven.
Frente a estas voces, hubo otras de respaldo a la Junta Directiva, como la de Alfonso Febrero, que valoró “ el clima de diálogo mantenido con el Ayuntamiento”.
Otra vecina, Elena, dijo que no se consideraba “una marioneta en manos de un grupo político. Si ha cambiado el Ayuntamiento, las formas tienen que ser otras”.
Luis Valles, que fue un anterior presidente de la Asociación, elogió “la gestión y esfuerzo que se viene realizando”, y pidió un aplauso para la actual dirección.
La presidenta de la Federación de Asociaciones 'Antonio Machado', María José Larena, se sumó a 'los piropos' a la gestión. “La Asociaciçon Rondilla ha sido un ejemplo para el resto de asociaciones: “Os agradecemos vuestro trabajo y lo apoyamos. Hago un llamamiento al diálogo y el entendimiento”.
Con la intervención de Ángel Bayón volvieron las críticas al equipo de Carmen Quintero. Entre otras cosas hizo hincapié en que en la Memoria se recogieran las supuestas afirmaciones de los técnicos ante una negativa a la concesión de la licencia de derribo del San Juan de la Cruz. “El que los técnicos digan que sería un acto ilegal, en todo caso sería 'presunto'. Había posibilidades de paralizar el derribo”, dijo y lo argumentó.
Bayón también criticó el Espacio Joven y la Memoria de la Fundación, por estimular el uso de las aplicaciones relacionadas con las ondas electromagnéticas.
Otra intervención crítica -bastante sorpresiva- con la directiva vecinal de Rondilla fue la de Rocío Matilla. “La Asociación tiene 47 años, yo llevo 26 participando activamente, y jamás había vivido unos enfrentamientos como los de este año. La Asociación ha perdido independencia. Estuviera quien estuviera en el Ayuntamiento, cuando la Asociación consideraba que se perjudicaba al barrio, la Asociación peleaba. Esto se ha perdido”.

Matilla formuló la conveniencia de convocar “una asamblea o abrir un espacio de reflexión” para ver qué tipo de Asociación se quiere. “No me gustaría otro año de enfrentamientos”.
Ángel Niño apoyó la gestión y dijo que cuando se está en minoría no queda otro remedio que asumirlo “y punto redondo”. “Los que no están de acuerdo no deberían de continuar en la Junta Directiva...”, dijo, lo que provocó nuevas voces. Carmen Quintero apeló al respeto a las intervenciones.
Otra vecina, llamada Isabel, quiso poner un poco de paz, introduciendo en el debate “el déficit cultural de las actividades en el barrio”. “Debemos mejorar las actividades y definir qué entendemos por cultura”, señaló. Pero todo fue inútil, porque Carmen Quintero echó gasolina dando lectura a “unas notas”, con referencia al llamamiento realizado a la participación en 2016, al hecho de que se presentaran 24 personas para formar la Junta Directiva, a “los intentos de 'boicot' por parte de dos o tres con acusaciones de estar condicionados por una afiliación... Yo no me siento dominada por nadie (…).. No hemos luchado durante tantos años para esto. Tenemos que dar paso a la gente joven. Ahora que han venido, les queremos echar por tierra su ilusión y ganas de trabajar”.
Las palabras de Carmen Quintero fueron refrendadas con aplausos de sus seguidores. Pero Ángel Bayón volvió a intervenir: “Me siento derrotado. Me parece muy preocupante lo que has dicho, Carmen. Me planteo seguir o no seguir en la Asociación, en la que siempre he estado por luchar a favor del barrio”.
Alfonso Febrero respaldó la propuesta de Rocío Matilla de convocar una asamblea específica para abordar la división, y Manuel Prieto, por alusiones, protestó por haberse dado lectura a un documento sin conocimiento de la Junta Directiva.
Carmen Quintero dijo: “Tú has dicho tu opinión; yo la mía”·
Prieto descalificó la Memoria presentada, que definió de 'corta y pega' de la de años anteriores, y un vecino expresó: “Con este ambiente quién se atreve a participar”.

Aprobada la Gestión de 2016
Aún así, se sometió a votación la Memoria de Gestión de 2016, aprobadas por mayoría y con 3 votos en contra.
Carmen Quintero había citado en la presentación de la Memoria de la Gestión la rehabilitación y mantenimiento del Parque Ribera de Castilla, la degradación del Puente de Santa Teresa, la Escuela Infantil en la Rondilla, el Centro de Personas Mayores, la reivindicación del antiguo IES Santa Teresa como Escuela de Arte y Superior de Restauración y Conservación de Bienes Culturales, las Antenas de Telefonía Móvil, el Campus de la Justicia, la Reurbanización de calles, el Espacio Joven, el saneamiento del Polígono de la Paz, la campaña de limpieza en el barrio, la remodelación de la Zona Deportiva del Parque Ribera de Castilla, la recuperación de la Gestión Pública Municipal del Agua (“Es para estar de enhorabuena. Esta batalla la hemos ganado”), la Seguridad y Movilidad, el anuncio de la rescisión de los contratos de alquiler de los locales de las asociaciones vecinales y otra serie de asuntos.
Carmen Quintero informó que el número de asociados ascendía a 639, de los que un 10 por ciento estaban presentes.
A continuación, la presidenta de la Fundación Rondilla, Maribel Merino, informó de las actividades – programas y cursos- desarrolladas durante el año, al que calificó de “relajado”, por no haber tenido que estar obsesionados en la búsqueda de vías de financiación.
Entre los datos aportados figuraron las más de 3000 consultas de la asesoría jurídicas, las 617 personas nuevas atendidas o las 33 nacionalidades presentes en el barrio.
Maribel Merino comentó el Programa de Reinsección Laboral, del que elogió sus “resultados positivos”. “Hemos tenido”, añadió, “206 inserciones laborales”.
El personal de la Fundación Rondilla lo constituyen 16 personas contratadas y 14 personas voluntarias “más o menos estables”.
Las cuentas de la Fundación. Con unos ingresos de 245.555 euros, arrojan un saldo positivo de 9.823 euros.
Suspendida la elección de la nueva JD
También se aprobaron las Cuentas generales, con dos abstenciones. Los gastos en 2016 fueron: 16.270,31 euros, con un excedente de 793,36 euros. El presupuesto para 2017 asciende a unos ingresos de 17.425.00 y unos gastos de 17.476.00 euros.
El siguiente punto era la elección de la nueva Junta Directiva, que no pudo consumarse, a pesar de que se presentaron 23 nombres, entre ellos los de Manuel Prieto, Ángel Ceballos y Ángel Bayón.
El veto de Carmen Quintero al nombre de Manuel Prieto, y el consiguiente nuevo escándalo y bochorno, motivó que se tomara el acuerdo de convocar una asamblea para resolver este conflicto.
Dada la hora, y que el Centro Cívico cierra a las 14.15, los que quedaban desalojaron la Sala 13. Hasta la próxima.