Ya toca hablar de Niño, el músico, dj, productor vallisoletano residente en Barcelona. Pero mantiene relaciones con Valladolid: estuvo en septiembre en un TDEx; sigue siendo la mitad de Diploide junto a Garbanzo, y acaba de editar ‘Las Aventuras de Niño y Miguel Grimaldo’, un Ep de cinco temas a medias con el Urano Players. Formación muy activa ésta empezando por Erik Urano y Zar1 –Niño ha colaborado con ellos-. Grimaldo produjo ‘El Estado del Bienestar’, de su compañero Edu Omega, quien publicó el año pasado ‘Evolución Mecánica’; Grimaldo ha recopilado sus inéditos en ‘Unreleased MMXVI’, donde además de Edu, Niño, participa también el sevillano Lost Twin.
Volviendo a Niño ha publicado ‘El Espantapájaros’, la primera parte de ‘La trilogía del haiku’; dos años después de ‘Tratado sobre música absurda y artificial’. Tanto los Urano como Niño, como Diploide, proceden, orbitan, se sitúan en la escena hip-hop, en la suya propia (De paso decir que C Tangana vendrá a esta ciudad en marzo). También convendría saber que Niño ha actuado, por lo menos, un par de veces en el Sónar. La música de Niño y de los Urano se puede escuchar –además de comprar y, en algunos casos, descargar- en bandcamp o soundcloud. Será la mejor forma de ‘saber’ de qué van para lxs no iniciadxs (A lo mejor el ayuntamiento podría tomar nota de él-ellos para ferias o algún sitio cultural de cierto nivel que tiene).

A mí su nuevo disco (editado, de nuevo, por el sello Galletas Records) me sugiere un sonido que va hacia la nada, un posible sonido o música de la nada. Podría ser la respuesta a esa pregunta zen, creo, de somos capaces de escuchar el sonido de las dos manos cuando las juntamos, ahora, dime, ¿cuál es el sonido de una sola mano? A mí es ahí donde me lleva su escucha. No quiero decir con esto que su música sea experimental, ruidista; repito, Niño parte del hip-hop, hay una musicalidad. Tampoco quiero decir que este sea el objetivo de Niño al hacer su música. Creo que entraría en lo de menos es más. Hay que recordar que la música trabaja con y sobre el vacío. También debo decir, usando una expresión generalista, que me gusta escuchar su música, esta banda sonora, para mí, de la nada (como es un blog se producen deslizamientos, asuntos míos relacionados con la música, tal vez el arte, en los que de vez en cuando me entretengo, “¿por qué hay algo en vez de nada?”).
En el párrafo anterior decía ‘mejor’. Y a eso me voy a referir, a lo que me he encontrado en algunas listas de los mejores del 2016 de músicos de Valladolid. Y para que no se diga empezaré por lo tradicional. En diariofolk.com citan a: ‘Músicas populares de la Gran Guerra’, de Brigada Bravo y Díaz ; ‘Bisiestos’, de Hexacorde y Vanesa Muela; ‘Trovadores y Juglares’, de Gabriel Calvo y Joaquín Díaz; y encontramos a músicos como Carlos Soto, Eliseo Parra, Vanessa Muela, de nuevo como Germán Díaz –el de la Brigada- colaborando en discos de otros músicos y grupos del género.
Dando un paso más en lo tradicional sección ‘indie’ –porque está con las guitarrad- se encuentra Kiko Sumillera -4 de febrero en Desierto Rojo-, cuyo disco, ‘Hasta que acaben los campos’ ocupa el puesto 11 en la lista de mejores discos nacionales del 2016 elaborada por mindies.

Más ‘citas’ he encontrado sobre ‘Solos’, nuevo y tercer disco de Bravo Fisher!. En webs musicales como beatmashmagazine; elbackstagemag; cabinapop; dodmagazine; y una muy curiosa en culturadiversa.es, en la que su canción “Luz negra”, figura entre las 100 mejores canciones del pasado año. Y digo curiosa porque esa lista junta temas de Delorean, Begun, Mónica Naranjo, Bisbal, Belako, Fuel Fandango, Rosenvinge, Rosario, El Lado Oscuro de la Broca… Os hacéis una idea, de la lista; y de que Bravo Fisher! tampoco hace música electrónica ‘rara’, sólo que ha dejado el pop de estribillos.
Guillermo Galguera-Bravo Fisher! vive y compone su música en Madrid (también sigue viniendo por Valladolid, como se verá en breve en últimoCero).
P.D: ‘Evolución Mecánica’, de Edu Omega entre los 20 mejores discos para hipersónica.com.