
No son casos aislados, no son deslices, no son errores, no son crímenes pasionales: son la cara más cruda, visible, violenta y dramática del sistema patriarcal en el que se inscribe nuestra sociedad.
Sólo 45 de los 91 feminicidios ocurridos en el Estado español -en lo que va de año-, se incluyen dentro de las cifras oficiales; el resto no se contemplan como violencia de género debido a que el agresor no tenía o había tenido una relación de pareja con la víctima. Por lo tanto, desde los organismos oficiales del Estado se invisibiliza el origen machista de 5 feminicidios no íntimos, 2 feminicidios familiares por conexión -mujer asesinada por un hombre que intenta o mata a otra mujer-, 9 feminicidios familiares, 7 feminicidios infantiles, 1 feminicidio por prostitución, 4 asesinatos de mujeres por crimen organizado/narcotráfico, 2 asesinatos de mujeres por robo, 2 asesinatos de mujeres/niñas por violencia juvenil, 5 varones asesinados por violencia machista y 9 feminicidios sin datos suficientes para ser catalogados en alguna de las anteriores categorías
“Alzando voces por las que mataron y no pueden.
Quedamos las que estamos, ni una menos, ¡Sí se puede!”
Sara Hebe