
Esta semana ha comenzado en Aranda de Duero el juicio sobre los acusados de una presunta violación en grupo, por parte de tres miembros del equipo local, la Arandina Club de Fútbol, a una menor de 15 años.
A raíz de estos hechos, convendría llevar a cabo una reflexión sobre las consecuencias que tendrá, con toda seguridad, la circulación de rumores falsos, de fotografías o de datos de cualquier otro tipo, para la vida de la víctima. Se echa en falta una sensibilización por parte de la población y una toma de conciencia acerca de lo que supondrá para ella y para su familia todo este calvario judicial, acrecentado cada día con todo el chismorreo que está acompañando el proceso.
Basta ya. Seamos solidarias y solidarios con las víctimas y dejemos de cuestionarlas.