
Gracias por conceder esta entrevista a últimoCero. La primera pregunta que le queremos hacer acerca de su consideración sobre la situación actual de la República Árabe Saharaui Democrática. Tras más de cuarenta años de ocupación, se ha observado una evolución en los campamentos de refugiados. Hace unos años ni siquiera había llegado la electricidad, ahora todos los campamentos cuentan con ella y el acceso a Internet ya no es un lujo al que casi nadie pueda acceder. ¿Temen que lo temporal se esté convirtiendo en algo permanente?
Gracias por vuestro esfuerzo en mantener a la opinión pública informada sobre la lucha del pueblo saharaui. Ya son más de cuatro décadas en esta situación, demasiado tiempo que ha conllevado una evolución socioeconómica en los campamentos. Sin embargo, la población sigue considerando que esta situación es transitoria y sigue luchando para que ello cambie y vuelva a sus territorios. Esta esperanza sigue viva. Los marroquíes, a lo largo de los años, no han podido convencer a los saharauis de convertirlos en marroquíes y convencer a la comunidad internacional de que el Sáhara es marroquí. Una de las últimas consideraciones ha sido la de la Justicia Europea, que en uno de sus pronunciamientos más importantes declara que nadie reconoce la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara. Es una potencia ocupadora y el país que sigue siendo responsable es España, como potencia administradora. A Marruecos cada vez le queda menos margen de maniobra. En la ONU todos vieron la reacción de la comunidad internacional al expulsar a los componentes de la MINURSO, su último intento de reintegrarse a la Unión Africana y su salida hace la zona fronteriza con Mauritania que separa al ejército marroquí con el Frente Polisario, que se considera como una violación del alto al fuego. Ello demuestra que Marruecos está en una situación de nerviosismo y que es algo peligroso por sentir que el margen que tiene es cada vez más estrecho.
Los saharauis están dispuestos a responder de una forma contundente y no van a permitir que sobrepase esas líneas rojas y van a seguir luchando. En la vida en los campamentos, con las adversidades y sufrimientos, esta evolución les permite soportar mejor las dificultades. Lo único que no les falta es la determinación y las ganas de seguir luchando, tanto en los campamentos como en los Territorios Ocupados.
En ese sentido, ¿cuál es la citación en los Territorios Ocupados? ¿Piensan que la MINURSO podría hacer algo más al respecto?
La MINURSO se encuentra en una situación de neutralización, porque no puede hacer nada sin el consentimiento y las instrucciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Cada vez que éste se reúne, se presenta Francia como defensor de la ocupación marroquí en el Sáhara y neutraliza al Consejo de Seguridad. Así, no toman ninguna decisión de importancia al respecto. Sobre la expulsión por Marruecos del componente civil de la MINURSO, muchos países querían condenar y determinar fechas para que ello se solucionara, pero los franceses siempre declaran que prefieren seguir la diplomacia silenciosa, alargando el tiempo y también, en lo que concierne en la observación de los Derechos Humanos, salen en defensa de Marruecos.
Actualmente, han vuelto veinticinco miembros de la MINURSO de un componente total de ochenta y siete y estamos estudiando para que vuelvan el resto, sin que hayan podido hacer casi nada, simplemente observar el alto al fuego. Quizás todo ello ha sido entendido por Marruecos como un apoyo y, si no hay un cambio de esta situación, es difícil que haya un avance serio.
Sin embargo, hay una posición general de que la actuación de Marruecos sienta un precedente peligroso hacia todas las misiones de paz de Naciones Unidas. Muchas tienen problemas con los dirigentes de los países donde están, como Sudán o El Congo. Otros países podrían imitarle y muchos consideran que es un antecedente peligroso que hay que corregir, pero siempre ello encuentra la oposición de los franceses.
Ahora los marroquíes intentaron violar el alto al fuego de respeto de la zona de separación entre Territorios Ocupados y Liberados. Ahora sólo separan al ejército marroquí del Frente Polisario unos 120 metros en nuestra frontera con Mauritania, así que en cualquier momento puede ocurrir cualquier cosa. Por eso, el Frente Polisario no para de repetir a Naciones Unidas de que tome las medidas necesarias antes de que suceda lo que nadie quiere: que haya una vuelta a las armas.
En cuanto a la situación actual de la RASD, tras el fallecimiento de Mohamed Abdelaziz, ha habido una renovación en el Gobierno con usted como Primer Ministro. ¿Cuáles son las medidas prioritarias de este nuevo Gobierno? ¿El reconocimiento de la RASD por la ONU sería una de ellas?
Desde hace ya tiempo un buen número de países reconocen a la RASD y estamos estudiando esa posibilidad de cierto reconocimiento de Naciones Unidas, pero para ello hay que tener las garantías de que va a salir adelante.

Relacionado con lo anterior, España atraviesa por una situación política nueva para el país. ¿Piensa que la actual situación política española, con la irrupción de nuevos partidos políticos que apuestan por la autodeterminación del Sáhara Occidental, puede afectar en algo a la relación entre el Gobierno de España con el Frente Polisario?
La situación en España y su evolución política tiene su repercusión inmediata sobre la lucha del pueblo saharaui, desde un punto de vista legal y como referencia para muchos países como potencia administradora de la colonia saharaui. En los anteriores años los dos partidos que han gobernado han decepcionado a los saharauis porque cuando están en la oposición apoyan de una forma clara nuestra lucha, pero una vez en el poder todo cambia y están condicionados por los chantajes de los marroquíes y sólo les preocupa mantenerlos contentos.
Sin embargo, el pueblo español, su sociedad civil, ha demostrado de forma mayoritaria su simpatía y apoyo con el pueblo saharaui. Esperamos que los cambios que está viviendo España influyan positivamente sobre nosotros y esperamos también que las nuevas fuerzas políticas que se han manifestado de una forma abierta apoyando a la causa saharaui, en el poder o en la oposición, sigan haciéndolo y ello tenga su repercusión.
Efectivamente, el pueblo español apoya de muchas maneras al pueblo saharaui. En el plano institucional, se ha aprobado recientemente en el Congreso de los Diputados una iniciativa para que los saharauis residentes en España puedan obtener la nacionalidad española en el plazo de dos años. ¿Piensa que ello es un avance o prefieren que se agilicen los trámites para el reconocimiento de la apatridia de los saharauis en España?
Lo consideramos positivo, aunque hay algo más importante: que se solucione definitivamente el problema con la descolonización del Sáhara. Es un paso en la buena dirección, al menos reconociendo unos lazos históricos que unen al pueblo saharaui con España, como sucede con otros países latinoamericanos o la propia Guinea Ecuatorial. Esto se reconoce sobre un territorio saharaui que nada tiene que ver con el marroquí. Estos lazos también los quieren conservar los saharauis con los españoles, pero también con todos los países de Latinoamérica. Gracias a ello, muchos países de esa región reconocen a la RASD. Esta medida es una reparación de unos hechos históricos que se comparten cuando se encuentran saharauis, latinos o españoles fuera de cualquier situación política. Pero hay otro hecho, y es que el Derecho Internacional sigue reconociendo que España es la potencia administradora, aunque los políticos quieren evitar hablar sobre ello ni aceptar los dictámenes legales que así lo atesoran para huir de cualquier responsabilidad. Lo que deseamos es que España actúe de una manera efectiva y eficaz para terminar con ese problema. El Estado Español ha sido el causante de ello, a través de los Acuerdos Tripartitos de Madrid, y ha de reparar esa injustita histórica, igual que han hecho reconociendo esta nacionalidad española a los saharauis.
Hablaba también del apoyo de la sociedad civil española a la causa saharaui. Uno de los programas de mayor éxito son las Vacaciones en Paz. ¿Cuál es su opinión sobre él y cuál es su situación actual?
Es uno de los programas que han tenido mayor éxito y que han ayudado a mantener esa relación histórica. Gracias a ello ahora hay más saharauis que hablan el castellano que incluso en la época colonial., además de tener el castellano como segundo idioma oficial en la RASD. Ello es importante para la divulgación del idioma, pero también en el contacto entre familias.
Sin embargo, últimamente, debido a la crisis, se ha recortado casi desde 10.000 niños que pasaban sus vacaciones a los actuales 5.000.
Hace pocos días se cumplía el aniversario del campamento Gdeim Izik. Ustedes lo reivindicaron como el inicio de las Primaveras Árabes. ¿Cómo ve la situación tras estas revueltas en los países de la región y cómo podría afectar ello en su relación con la RASD?
Por desgracia, la situación en estos países es catastrófica. Hubo una alianza entre las monarquías árabes petrolíferas y algunas estrategias para imponer en las Repúblicas Árabes unas doctrinas determinadas en beneficio de estas Monarquías, dando los peores resultados posibles. Antes, la comunidad internacional buscaba democracia, derechos humanos; pero ahora buscan seguridad en detrimento de estos derechos fundamentales. El caos reinante en estos países está siendo aprovechado por los movimientos terroristas, que están creando todos los fenómenos negativos que estamos viendo. Todo ello debido a ciertas políticas que han traído lo contrario a los ideales que desde un principio muchos esperaban que iban a traer las Primaveras Árabes con su lucha por los derechos humanos y la democracia. Lo que han traído es todo lo contrario. Incluso lo que la gente no quería antes ahora lo añoran como algo esencial, porque lo que se produjo es algo infernal. Por eso, en vez de buscar el paraíso prefieren quedarse con lo que tenían antes, en vez que tener que vivir el infierno que sufren ahora y que hacen sufrir a otros países. Ello también es debido al mal cálculo que algunos han llevado, en el sentido de que no se puede gozar ni aprovechar los sacrificios y la mala situación que viven otros pueblos porque, tarde o temprano, esa situación desastrosa tocará algún día a los que lo están observando desde lejos. Por eso, la paz y la seguridad es algo indivisible y no se puede alcanzar una paz general sin tenerla en todo el mundo.