Subir al pico más alto del Everest se parece a ir al supermercado un sábado a última hora; hay mucha gente y hay escasez de alimentos por lo que se genera tensión y además tienes que hacer una larga cola para pagar.

Compártelo, apoya el proyecto

Facebook
Twitter
ÚltimoCero | Hazte cómplice HAZTE CÓMPLICE

No hay comentarios